Holger Paulmann, presidente ejecutivo de SKY Airline: “Ninguno de esos dos candidatos (de los extremos) va a ser capaz de imponer sus ideas a rajatabla”

Convivir con la incertidumbre es uno de los grandes desafíos de los inversionistas. Así lo reconoce Holger Paulmann, presidente ejecutivo de SKY Airline, quien participó esta semana en un encuentro de la corporación 3xi, con el telón de fondo de las elecciones de este domingo y la discusión constitucional.

El empresario es optimista. Su mirada es que la fuerza de las posturas de centro impedirá que se hagan cambios radicales que terminen afectando al país, en cualquier sentido posible.

- En este encuentro se ha hablado de la importancia del emprendimiento, pero también de la incertidumbre y su relación con las inversiones, ¿cómo lo ve usted?

- La mayoría de la gente que maneja inversiones busca un cierto grado de estabilidad, pero hay gente que ha aprendido a vivir con la incertidumbre. En general, los que lideramos alguna organización hemos tenido que aprender eso y, los que no, van a tener que darse cuenta de que esta es la forma que tenemos por delante para siempre. El ambiente inestable, de cambio permanente, va a ser el estándar.

- ¿Lo que está pasando hoy día va a ser...?

- Para mí pasa a ser la normalidad. Si tú no estás dispuesto a invertir en un ambiente inestable, te van a pasar por el lado, porque hay otra gente que sí va a estar dispuesta a invertir.

- Eso tiene un lado bueno, porque la inversión no se va a detener a largo plazo...

- Claro, y obviamente que si el ambiente político se va muy al extremo, en el sentido de subir mucho los impuestos y todas las cosas, esas son barreras que crearán dificultades, las que seguramente en otras partes no van a existir. El agua normalmente va a fluir hacia los lugares donde no estén esas barreras. La inversión es como el agua.

- ¿Pero qué tanto riesgo hay de que la inversión comience a irse a otros lados?

- Al final, estamos en un mundo cada vez más global, más conectado y en los países que tiendan a desconectarse de ese mundo creo que los que más van a sufrir en ese proceso son los ciudadanos. Los políticos, a mi juicio, son personas que tienen buenas intenciones, aunque probablemente tengan ideas distintas a las de uno. Pero todos queremos tener una mejor sociedad, que la gente progrese y una mejor distribución. Yo no veo un riesgo muy grande, a la larga va a haber una mayor convergencia en buscar sendas comunes al desarrollo de la humanidad.

- ¿Está viendo eso en la elección presidencial?

- Esto es como un péndulo, va de un lado para el otro, pero termina yéndose un poco más hacia el centro y eso ayuda a abrir la vista a formas de ver las cosas que uno no había visto antes. La mayoría de la gente tiene buenas intenciones y eso es lo que va a prevalecer.

- Respecto de la elección del domingo, ¿tiene una visión más optimista o puede haber un cambio dramático dependiendo de quiénes pasen a segunda vuelta?

- Pongámonos en el caso teórico de que los dos candidatos que pasan a la segunda vuelta son justamente los que representan más los extremos. Creo que ninguno de esos dos candidatos va a ser capaz de poder imponer sus ideas a rajatabla, porque va a tener que lidiar con un centro que se hace más fuerte. Es decir, siempre va a haber un contrapeso, va a haber más voces que no le van a permitir tomar una posición demasiado radical a cualquiera.

Rol del empresariado

- ¿Qué rol juega el empresariado? En una exposición acá se planteaba que la forma de hacer negocios cambió mucho desde solo pensar en la rentabilidad...

- Hay una idea más común y compartida de que tú tienes que hacerte cargo como empresario de la relación con todos los stakeholders, no solamente con los accionistas. Y eso es, básicamente, construir una relación de confianza escuchando, pero también tomando acción en no generarles un impacto negativo y ojalá dejar una huella positiva.

Ese camino ya se tomó hace un tiempo, pero a las organizaciones también les cuesta. Son cada vez más quienes ya optaron por ese rumbo, se están haciendo las cosas bien y les está yendo bien. Entonces, al final, se terminan transformando en referentes.

Pero tampoco quiero decir que esto es un tema de ahora, porque yo sí conozco a empresarios de generaciones previas que tenían eso en su ADN.

- Pero llegar a cambios notorios es difícil...

- Básicamente se trata de atreverse a pegar salto. Yo creo que ahí el empresario tiene que tener un cierto grado de valentía de hacerlo, de probar e ir en la dirección correcta, que para mi gusto es donde tratas de construir una relación de confianza con el cliente, con la gente que trabaja en la compañía, con las autoridades, con el medioambiente y con los proveedores.